sábado, 26 de octubre de 2013

RESUMEN TERCER FRAGMENTO: La prudencia



En este fragmento Aristóteles hace una investigación sobre la prudencia. Dice que el hombre prudente es capaz de deliberar sobre lo que es bueno y conveniente para si mismo, no en una cosa en concreto, sino en general, es decir, de forma que pueda alcanzar la felicidad a nivel global.

La prudencia no podrá ser ni ciencia ni arte: ciencia, porque el objetivo de la acción puede variar, y arte, porque el genero de la acción es distinto del de la producción. Por eso un hombre prudente no reflexiona ante algo incapaz de cambiar. Ser prudente implica también actuar de forma justa.
La prudencia del hombre está en la moderación, la cual siempre encuentra el punto medio, sin alcanzar el máximo punto de placer ni dolor. La templanza es moderación, el hombre capaz de controlar sus instintos es el hombre sensato y prudente, es decir, el hombre capaz de reflexionar de forma moderada puede ser prudente en términos generales.


Finalmente, podemos aclarar que para Aristóteles la prudencia es al mismo tiempo intelectual y moral: intelectual porque usamos la razón para reflexionar, y moral porque se ocupa de las acciones que nos hacen éticamente virtuosos.

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